Los Sacramentales
En la Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio
1. Sagrada Escritura
San Pablo exhorta a los cristianos a que lo hagan todo, tanto de palabra como de obra, en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de El (cfr. Col 3, 17). Y nos exhorta aún: «ya sea que coman, beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios» (1 Co 10, 31). El fiel debe reconducir y recapitular toda su vida y todo el universo en Cristo. Eso lo puede realizar con la ofrenda, cuyo significado es la afirmación del señorío de Jesucristo: todo le pertenece y Él es el significado de cuanto se realiza, de toda la realidad y de todas las relaciones humanas. Es la afirmación del vínculo de la realidad, don de Dios, con El; en efecto, todo ha sido creado por medio de Él y en vistas a Él (cfr. Col 1, 16). Pero esto sigue siendo hoy particularmente difícil, tanto porque lo creado está sujeto al mal, inscrito en la maldición que cayó sobre el hombre pecador, como por la inclinación al mal del mismo hombre. Éste, débil y pecador, encuentra una ocasión de pecado en el universo, abusa de las cosas, especialmente pervirtiendo su significado.