CATÓLICO INSTRUIDO, NO SERÁ CONFUNDIDO
María y el Demonio, explicado por el Pbro. Ernesto María Caro
¿A quién se refiere el Génesis, cuando Dios le dice a la serpiente que le aplastará la cabeza, a la Mujer (María Santísima) o a su descendencia (Jesucristo)?
Bíblicamente no hay una respuesta clara, porque el Hebreo en esa parte es confuso, entonces puede ser la descendencia (Jesús) o Ella. Los teólogos en general lo refieren a la Descendencia (a Jesús), como pasa en la película de La Pasión (para la cual Mel Gibson se asesoró por varios teólogos), en la escena de la oración en el Huerto, Jesús le pisa la cabeza a una serpiente que está tratando de morderlo. Sin embargo, en las imágenes de la Inmaculada Concepción se representa al Demonio tratando de hacer caer a la única creatura que, junto con Jesús, no cayó nunca en su trampa, por eso la simbolizan así, pisándole la cabeza, para no permitirle que la muerda, porque nunca la tocó, y es lo que debemos hacer todos, pisarle la cabeza al Demonio para no dejarlo que nos muerda. Ahora bien, la obra de nuestra redención es obra de Jesucristo, punto; pero en ella María tuvo, como dice la Lumen Gentium, una participación única y excepcional; y todos nosotros también somos corredentores, entramos en este proceso de corredención, como dice San Pablo: coopero a los sufrimientos que faltó a la Pasión de Cristo, cada quien en una dimensión diferente, pero nadie como María.
A continuación una historia que narra san Luis María Grignion de Montfort en su libro «El Secreto Admirable del Santísimo Rosario», sobre la fuerza que tiene la devoción del rezo del Santo Rosario.
San Marcos 16,15 